Los romanos fueron los primeros en extraer mármol de las montañas de Carrara. Más adelante, Miguel Ángel eligió su piedra blanca como materia prima para muchas de sus esculturas. Hoy en día, Carrara sigue basando su economía en este preciado material, y se ha convertido en uno de los mayores suministradores de mármol del mundo.
A lo largo de los años, la extracción de mármol ha ido transformando radicalmente el paisaje original. Al cortar los bloques para su transporte, los trabajadores confieren a las montañas formas geométricas que las dotan de una apariencia casi arquitectónica. Las paredes de piedra lisa que predominan en la zona se han convertido en una seña de identidad del lugar.
El paisaje natural y el que ha creado el hombre se entremezclan en este vasto territorio, si bien empieza a predominar la acción continua de sus habitantes.













